Empresas Con el "caso Oca", Mauricio Macri avala modelo de gestión sindical para empresas con crisis financieras Hasta que un "viejo conocido" asuma el timón de mando, la firma es conducida por una administración tripartita. Para el jefe de Estado su llegada es motivo de alivio, ya que lo aleja de tener que enfrentar un difícil dilema como el de colaborar con el rescate de la firma o pelearse con Moyano.
Un respiro para todos. En primer lugar, para los más de 7.500 empleados directos y 5.000 tercerizados de una de las compañías más emblemáticas del correo privado en la Argentina.
En segundo orden, para un "peso pesado" del gremialismo como Hugo Moyano quien, ante la incertidumbre que viene acechando a la empresa, temía por quedarse sin respuesta frente a los miles de choferes que pertenecen a su sindicato.
Por último, para el propio Mauricio Macri quien, en un momento, se vio frente al difícil dilema de tener que decidir entre:
- No dejar caer a la compañía, recurriendo a un salvataje financiero que está en las antípodas de su modo de pensar y que iba a dejar sentado un peligroso precedente.
- Soltarle la mano la mano a la firma, lo que hubiese enfurecido a Moyano justo en momentos en los que necesita de él más que nunca para frenar la embestida sindical, producto de una economía recesiva, la pérdida de empleos en varios sectores y la caída del poder de compra del salario.
Finalmente, tras un maratónica sesión de reuniones, se acordó que Oca funcionará bajo el control de sus propios trabajadores y con el financiamiento aportado por el sindicato de Camioneros. En la práctica, los Moyano (Hugo y Pablo) ya venían haciéndose cargo de la supervivencia económica de la compañía.
De hecho, Camioneros fue el que canceló casi el 50% de los sueldos en los últimos tres meses.
El rescate a OCA
La tarea de salvataje paece titánica, ya que la empresa de correos tiene que ponerle fin a un embargo de la AFIP a raíz de una deuda que llegó a escalar hasta algo más de $4.000 millones. La crítica situación derivó en un congelamiento de sus cuentas que se mantuvo hasta fines del mes pasado.
Patricio Farcuh, titular del Grupo Rhuo, controlante de los destinos de la empresa postal, era quien comandaba los destinos de OCA hasta hace unos días.
Cercano a los Moyano, en más de una oportunidad fue señalado como un posible testaferro cuando fuera adquirida en 2013 por un valor cercano a los u$s60 millones.
Aval a la gestión sindical
Farcuh, un contador de 38 años, comandaba los destinos de Rhuo (Recursos Humanos Organizados), una firma dedicada a brindar servicios de empleo eventual.
Fue en 2013 cuando dio el gran paso con la compra de OCA. Una versión, nunca desmentida, afirma que los Moyano habrían aportado unos u$s30 millones para la operación. Entre ellos hubo una buena relación hasta que comenzaron a aflorar los graves problemas financieros que pusieron a la empresa al borde de la bancarrota.
Las quejas por la conducción de Farcuh, el mal manejo comercial y el descalabro financiero hicieron que el gremio de Camioneros lo desplazara y tomara el control de la empresa en forma directa.
Dicho desplazamiento, ocurrido semanas atrás, no fue del todo feliz. Tal es así que un día, al llegar a la empresa, se encontró con que no podía ingresar por los sucesivos conflictos generados.
Al mal manejo comercial y financiero se le sumaron otras quejas, como la de haber dilapidado dinero en viajes, financiado la visita del técnico "Pep" Guardiola y la de Nicolás Sarkozy en tres oportunidades.
Lo cierto es que la bronca de los Moyano aceleró los tiempos de recambio en la conducción, que ahora pasará a manos de Alfredo Romero.
Este ejecutivo conoce al detalle la operatoria de la firma, ya que ejerció como presidente entre 2006 y 2009.
Luego adquirió la empresa de correos en una operación conocida como "management by out", por la cual la propia dirección es la que toma el control.
Lo cierto es que OCA pasó por varias manos desde la salida de la familia Yabrán: The Exxcel Group (1997-2003), el fondo de inversiones Advent (2004-2009), Alfredo Romero (2009-2013) y finalmente Grupo Rhuo.
Precisamente, a raíz del último traspaso, Farcuh le estaría debiendo parte de los u$s60 millones en que fuera pactada la operación.
"Las cosas cambiaron y ahora estamos en una etapa de transición. La idea es tratar de ponerse al día con las deudas", aseguró a iProfesional una importante fuente de OCA.
"En un momento se evaluó el traspaso al Correo Argentino y a otras prestatarias privadas de unos 3.000 trabajadores del total de 7.500, pero eso quedó descartado", completó.
Al respecto, una importante fuente de la estatal sostuvo: "No se podían sumar miles de empleados a los 17.000 que ya tenemos. Además, sufrimos nuestros propios problemas financieros. De hecho, vamos a perder $1.500 millones este año".
Con esa puerta ya cerrada, el foco de OCA hoy en día pasa por ir "emprolijando" las cosas.
Por lo pronto, el sindicato de Camioneros tomó el control operativo y las decisiones surgen de una conducción tripartita, conformada por el gerente financiero, un abogado y un contador del gremio.
"La prioridad es contar con los fondos para pagar los sueldos, resolver el tema con la AFIP y luego ir cancelando de a poco los compromisos con proveedores", aseguraron desde OCA a iProfesional.
En este sentido, la empresa le planteará al fisco un plan de pagos para resolver una deuda que ahora ronda los $2.000 millones, si bien parte de ese monto fue cancelado hace unos días.
Macri y un "viejo" recuerdo
De haber sido una empresa cualquiera, Macri posiblemente no se hubiese inmiscuido. Pero la cercanía de Moyano lo obligó a interceder.
¿Qué hubiese pasado de no haberlo hecho? Sólo basta recordar el duro cruce entre ambos que tuvo lugar en enero, incluso por un tema sustancialmente menor.
En ese entonces, el Banco Central dispuso que las entidades iban a poder enviarles a sus clientes los resúmenes de cuenta o de tarjeta de crédito a través de medios electrónicos, en vez de hacerlo por correo.
La presión sindical en contra de la medida fue tal que la entidad tuvo que volver sobre sus pasos. Postergó la aplicación de la norma hasta 2017 y, además, se comprometió a avanzar en un cambio de tipo gradual.
Con esos antecedentes, era de prever que Macri iba a verse obligado a ejercer un rol muy activo en la crisis que envuelve a OCA.
En este sentido, acordó con Moyano sumar a la gestión de la empresa a Héctor Maldonado, secretario general del club Independiente.
En el plano comercial, un tema clave pasa por recuperar parte del terreno perdido en manos de Ocasa (que funciona de modo independiente) en lo que hace al reparto de las compras que miles de usuario realizan en Mercado Libre y que representa una importante fuente de ingresos.
Por lo pronto, la demora de hasta 20 días que está mostrando Ocasa ha multiplicado las protestas de los clientes del portal de comercio online y le han abierto las puertas a OCA para que tenga una segunda chance.
Control interno
De cara a los próximos meses, el plan de la firma tiene como eje central la normalización de su situación fiscal, luego de que la AFIP amenazara con pedirle la quiebra.
"Una nueva dirigencia intentará frenar todo este descalabro. No está previsto el traspaso a un grupo extranjero", señaló un allegado.
Ya sin Farcuh como mandamás, con el regreso de Romero y el aporte de los gremios, OCA quiere levantar cabeza y tomar un poco de aire fresco. El cambio de clima llega con el aval del Gobierno, que ha dado el visto bueno a un modelo de gestión sindical para compañías en crisis, al menos para sortear la transición.
Para Macri también es una bocanada de aire fresco, ya que lo aleja de la difícil encrucijada que le hubiese significado salir a rescatar a la empresa o enfrentarse nada menos que con los Moyano.
Lo sucedido en enero aún sigue muy presente en su memoria.
Fuente: Iprofesional
Domingo, 13 de noviembre de 2016
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