Economía - (ambito.com) La desocupación bajó a 9,7%: influyó el efecto desaliento En el tercer trimestre, el desempleo cayó 0,9 p.p., pero este fenómeno respondió a una merma en la búsqueda de trabajo, ya que se redujo la oferta. La tasa de actividad retrocedió al 47,2% (-0,5 p.p.).
La desocupación bajó casi un punto (-0,9 p.p.) en el tercer trimestre, al ubicarse en 9,7% de la Población Económicamente Activa (PEA), pero todavía sigue por encima del 9% registrado en igual período del año pasado, informó ayer el INDEC. A pesar de la caída en el desempleo, es necesario destacar que se verificó una merma en la tasa de actividad, que pasó del 47,7% en el segundo trimestre al 47,2% (-0,5 p.p.), lo que implicó una merma en la demanda de trabajo, aunque en la variación interanual, subió 0,5 p.p. La tasa de empleo se mantuvo en 42,6% contra el segundo trimestre y avanzó apenas 0,1 p.p. frente a igual período de 2018.
De acuerdo con la consultora Elypsis, la caída en la desocupación implica “210.000 desocupados menos que en el segundo trimestre”. Pero destacó que el grueso de la caída se encuentra explicado por el efecto desaliento, dado que menos gente buscó trabajo. Esto se explica porque en economía se considera que un individuo se encuentra desempleado si no tiene trabajo, pero al mismo tiempo está buscando uno. En el caso de que éste no posea empleo y no esté buscando uno en la actualidad, quedará fuera del mercado laboral. La consultora señaló que, en el período, “se redujeron las ofertas de empleo y el costo de salir a buscar en un contexto donde el ingreso cayó, es alto”. “Proyectando los datos de INDEC a la población total, hay 2.063.558 desempleados”, lo que, en comparación con el año pasado, son 188.000 más, agregó.
Los ocupados demandantes de empleo, por su parte, pasaron del 18,3% en el segundo trimestre al 18,6% (+0,3 p.p.). Y la subocupación, que se refiere a las personas que trabajan menos de 35 horas semanales por causas involuntarias y están dispuestos a trabajar más horas, pasó del 13,1% al 12,8% (-0,3 p.p.). Este fenómeno, al igual que la caída en la desocupación, se encuentra relacionado con el “efecto desaliento”, ya explicado por Elypsis. Esto puede verse reflejado en el aumento de la subocupación demandante, que avanzó al 9,5% (+0,3 p.p.), mientras que la no demandante cayó al 3,3% (-0,6 p.p.).
Elypsis destacó, en esta línea, que “entre ocupados demandantes y desocupados hay 6 millones de personas con problemas de empleo”, lo que representa al 28,3% de la PEA. Destacó que, “en esta coyuntura, la gente sale a buscar empleo si hay un llamado explícito, desbordando la capacidad de los empleadores de entrevistar a todos. Pero sale menos cuando se trata de buscar al azar ya que se redujeron sus expectativas de conseguir”. Y alertó que, “en un mercado laboral donde se observan más problemas de entrada que de salida, la doble indemnización podría resultar en una medida que por prevenir demasiado una situación que no está ocurriendo (fuertes despidos), se dificulte la creación de empleo si la economía se reactiva un poco”.
Desglosando un poco más el informe, en la tasa de actividad se puede observar que los niveles más altos se encuentran entre los varones de 30 a 64 años (91,6%) y entre las mujeres del mismo grupo etario (68,2%). Esta diferencia de poco más de 20 puntos porcentuales pone en evidencia la brechas de género al momento de conseguir trabajo, lo que implica que hay una menor cantidad de mujeres que salen a buscar empleo. En este contexto, la tasa de empleo para los mismos grupos etarios se encuentra en 86,3% para los varones y 63,2% para las mujeres. En tanto, las tasas más elevadas de desempleo las registran las mujeres de 14 a 29 años (22,6%). Con respecto al nivel educativo alcanzado de los ocupados, el 27,4% posee el secundario completo, el 25,2% el nivel superior o universitario completo y el 15,8%, el secundario incompleto. Por otra parte, analizando la relación por parentesco, se observó una caída en la participación de los jefes de hogar frente al segundo trimestre, al ubicarse en 27,4% (-1,6 p.p.), pero un aumento de los cónyugues al 18,8 (+0,2 p.p.), de los hijos al 44,1% (+0,2 p.p.) y de otros componentes (+1,2 p.p.), lo que refuerza la idea de cierta precarización del empleo.
Fuente: Ambito
Jueves, 19 de diciembre de 2019
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