Economía - (iProfesional.com) Efecto "dólar turista" en verano: esto costará veranear en Brasil y Uruguay tras el recargo del 30%. La devaluación del peso argentino y los cambios que llegaron con la sanción de la Ley de Emergencia Económica, impactan en los bolsillos de los turistas. Pese a las vicisitudes que atravesó la economía a lo largo del año, incluida la devaluación del peso, la pérdida del poder adquisitivo del salario, la instauración del cepo cambiario y, finalmente, el impuesto que recarga al dólar y a los gastos en moneda extranjera con un impuesto del 30%, para miles de argentinos la elección del destino para tomarse vacaciones vuelve a ser Uruguay o Brasil.
Sobre todo, para aquellos que aprovecharon la "ventana de oportunidad" antes de la sanción de la Ley de Emergencia Económica y se adelantaron comprando pasajes o paquetes sin el recargo.
Brasil volvió a estar en la mira de los potenciales turistas a partir del avance del dólar sobre el real, un hecho que fue confirmado tanto por mayoristas como agencias de viajes. Sucede que el billete verde se afianzó en los 4,20 reales en el país vecino, luego de haber rondado los 3,70 allá por el mes de julio.
En cuanto a los destinos más elegidos durante la última semana para volar en el verano 2020, desde TurismoCity elaboraron un top 5 que está liderado por Miami y seguido por Río de Janeiro. Este ranking muestra varias coincidencias respecto del que informó Despegar. Los destinos internacionales que más crecieron en los últimos siete días en esa compañía fueron Río de Janeiro, Madrid, Florianópolis, Barcelona y Miami.
Comparación de precios:
Ya con el verano a la vista, las diferencias de precios de Brasil y Uruguay con respecto a los que se observan en el mercado local es por demás llamativa en la mayoría de los rubros seleccionados. Cabe señalar que para realizar dicha comparación se tomó en cuenta la cotización del dólar blue del día lunes.
En líneas generales, prácticamente no se encuentran rubros en los que los precios en Argentina estén por debajo. Por el contrario, en la mayoría de ellos, la diferencia es sustancial. Para peor, las excepciones se ubican en productos muy económicos, como por ejemplo la botellita de agua mineral o una latita de gaseosa.
Fuente: Iprofesional.
Jueves, 26 de diciembre de 2019
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